Por Asun Blanco
Ha nacido en Belén
otro año, otra vez.
Una luz se ha encendido
en un pueblo remoto
y al calor de una hoguera
unos ángeles cantan:
Gloria, gloria en el Cielo
y en la tierra alegría,
que son muchos los hombres,
que han seguido la estrella.
Gloria, gloria en el Cielo,
y un pastor se acurruca
junto al manto divino
de la Virgen bendita.
Y los ángeles cantan
y San José escucha
y se llena la cueva
de estupor y de pasmo,
de feliz entusiasmo,
de dichosa ventura,
de un misterio infinito,
de un clamor que no cesa,
y que llega hasta el último
rincón de la tierra,
ante el Dios que ha nacido
al calor de una hoguera.