Por Ezequiel Tena
Ante la posibilidad de contagiarse con el virus están la certeza de cargarnos la economía y perder el estado de derecho. El gobierno nos encamina hacia el desastre amparándose en un falso dilema que debemos desenmascarar. Los españoles estamos hartos y muy preocupados. Es la verdad. Cualquier prospección y cálculo electoral que se haga fallará ante el hecho real del cabreo y la preocupación por el futuro. La mayoría de la gente es bien consciente del riesgo que supone el virus. No somos menores de edad ni descerebrados. Y decidimos asumir el riesgo en el ejercicio de nuestra libertad.
El falso debate que se nos presenta es decirnos que esto va de elegir entre la vida y la economía. No, señores, no. Esto va de salvaguardar el futuro y lo que potencialmente se podrá hacer o no en el futuro dependiendo de lo deteriorada que estén la economía y la situación. Esto va de que no vamos a consentir la destrucción. Esto va de soberanía individual contra un colectivismo invasor. Queremos libertad con todas las consecuencias. Nos va la vida en ello.