Por Ezequiel Tena 
Es triste perder amigos. Pero más triste tener que echarlos.
Triste es la idea hecha dogma. Triste es la ideología.
Triste es la compra de las conciencias,
pues con la venta las clausuran.
Triste es el tic autómata que a la ideología no cuestiona.
Triste es el hombre software.
Triste es el amigo que arremete contra el pensamiento libre.
Triste que al acto de pensar perciba como amenaza. Y ya no piensa.
Triste es que la sola víscera del amigo sea su estómago agradecido.
Triste es el permutar de sus palabras manchando el papel.
Triste es tender el puente de oro por el que he de irme, por el que he de echarte.
Triste es también que ya me des igual.
Alegre es el caminar sin mirar atrás una vez hecho lo que ha de hacerse.