Soñar


El pitido de la cafetera hace que, un día más, vuelva a adelantarme al despertador. Me siento en la cama, pensativo. Un suspiro hace que me percate del buen olor a café tostado. Un nuevo día se avecina.

Vagabundeo por el pasillo hasta llegar a la cocina. Nadie me dirige la palabra. Aún es pronto. Mis padres lo saben. Desayuno y me aseo. Me visto y, ahora ya, no es tan pronto. Conversaciones mañaneras con mis padres. ‘Hasta luego’.

Día tras día, camino al trabajo, me siento como un concursante de ‘La Voz’ en las audiciones a ciegas. Canto. Llego al trabajo. Reuniones. Llamadas. Informes. En definitiva, trabajo. ‘Hasta mañana’. Camino a casa llamo a mi padre. Llamo a mi madre. ‘¿Qué hay de comer?’; siempre la misma pregunta…

Día tras día. Como y una pequeña siesta invade mi interior para –esta vez ya sí– apagar la dichosa alarma del móvil. ‘Universidad’ leo en la pantalla. Resoplo. Me visto y preparo la mochila. ‘Adiós, mamá’.

Como cada tarde, ya creo estar en la final de ‘La Voz’. Paso del reguetón. La tarde es más pop, más variada. Llegó a clase. Me gusta pasar desapercibido y me pongo atrás, en silencio, con mi ordenador. Se acabó. ‘Hasta mañana, profesor’.

Tras media hora de coche llega mi momento, mi liberación. Una hora. Pádel. No pienso en nada. Como cada semana, el entrenamiento se me hace corto. Me ducho.

El tono de llamada de mi móvil indica que el día va llegando a su fin. Mi padre. Me tomo un par de cervezas con él. Nos vamos a casa, pero antes llamo a mi madre… ‘¿Qué hay de cenar? ¡Te invito a un Telepizza!’

Acaba el día. Mi madre a mi derecha. Mi padre enfrente. Comemos pizza. Minutos de felicidad. Ahora sí… ‘¡Hasta mañana papá, mamá!’

El fuerte viento que azota mi toldo me perturba de seguir con este sueño… Tan bonito, tan real. Pasado…

Pasado en el que soñábamos con tener todo el tiempo del mundo, preocupándonos por vivir, pero ¿y si ya estábamos viviendo sin saberlo?

Ahora se para todo y soñamos con volver.

Soñamos con volver a adelantarnos al despertador, a despertarnos entre el olor a café tostado.

Soñamos con volver a trabajar, a llamar, a conducir, a cantar; con volver a tener una mirada cómplice. Con volver a abrazar. Besar. Decir un ‘te quiero’. Con volver a coger de la mano. A soltar. A caminar.

Soñamos con volver a estar inmersos en una rutina que nos impedía valorar que la vida es más vida si viernes, sábado y domingo, se llaman fin de semana y no ‘cuarentena’.

Soñamos con volver porque se nos han quedado sin apreciar cafés, llamadas, abrazos, besos, te quieros. Soñamos con volver para valorar, para no olvidar más un café, una llamada, un abrazo, un beso o un te quiero.

Soñamos con que arrancará todo y, una vez pase, ¿soñarás con volver?

¿Qué te ha parecido?

Artículo anterior Artículo siguiente


__________


¿Te gustan los contenidos de LETRA LIBRE? Forma parte y aporta lo que quieras.


¡GRACIAS!