Muchos espacios y pocos lugares
en un mundo real e imperfecto
que vacía el espíritu
de los que sufren incompletos
rutinas y pocos anhelos.
Virtual representación
de lo supuestamente real
con sonrisas eternas petrificadas
y anaerobia dermal.
Amores carentes de suspiros
reflejos de narcóticos
autores de ficciones
reproductores de felicidad
como imperativo categórico
de una vida hipotéticamente correcta.
Palabras e inacciones
con mil posibilidades
con el rezago de un temor
que mancilla la oportunidad
de romper la cadena arrastrada por el ser
pesada y culpable
por leyes carentes de justicia.
Tantas personas y pocos amigos
aparecen como actores temporales
dependientes de la mortalidad humana
en pugna con la inmortalidad de las ideas.
Privados de ensoñación
con canciones inarmónicas
inaplazable lucha contra el tiempo
ese enemigo latente siempre presente
forjador de recuerdos sobre recuerdos
difuminando lo vital de la experiencia.
Engañados y convencidos
deseando profundos diálogos
obtuvieron difusas disertaciones ajenas
llenas de falacias
fraguadas por quienes presumen
de ser profundos
de ser sabios.
Rogando por enunciar la tortura
maldita perspectiva endógena
sin más que huir de verborreas
de intelectuales clasistas
falsos humildes
que llenos de prejuicios
imponen su verdad
disfrazada de altruismo
ocultando vanidad
y un falso criticismo.