Mucha gente consume televisión tipo "Sálvame". Una vieja pregunta: ¿vemos lo que quieren los medios o los medios producen lo que queremos ver? Cuando hablo de 'mucha gente' de ningún modo generalizo (son fácilmente accesibles las estadísticas de audiencia): mucha gente.
¿Por qué hablo de esto? Por el amarillismo. Prensa amarilla, gente amarilla. A los mojigaatos llamaba Stuart Mill "asesinos de almas"; no encontraréis mejor ni más breve descripción. No es mojigato sólo el emisor, también los consumidores de productos mojigatos lo son. El morbo es el alimento del amarillismo.
Quiero creer que gran parte de la población de Requena reprueba el morbo desatado cinco minutos después de la gran noticia que supuso la aparición de Rocío Gea ayer a las 19:45. Para los que no estábais en primera línea, buscando codo con codo con los familiares, sintiendo parte de su angustia inimaginable, os contaré que el alivio y la alegría se sintieron como una explosión; a las caras de incredulidad se sucedían inmediatamente sonrisas y lágrimas atolondradas.
La bajeza por WhatsApp no tardó en aparecer. Me la trae floja. "Porque estaba perdida y la hemos encontrado". He participado en su búsqueda. Volvería a hacerlo. El esfuerzo de tantos voluntarios apuntalaba el ánimo de una familia que sufría lo que nadie querría sufrir. Me quedo con eso. Mi intención en la vida nunca ha sido ni será caer bien y ser popular. Estoy feliz por esa buena familia, por esa buena mujer, por ese buen hombre que es su marido. Lo que tenga que dirimirse es un ASUNTO PRIVADO de la familia.
Repudio el amarillismo. Repudio a los mojigatos. Para hacer un "Sálvame" requenense no contéis conmigo.