El lector de este artículo puede sorprenderse que el que lo escribe, ni sabía que el poeta andaluz, y nacido en Sevilla, paisano mío, de la Generación del 27, Vicente Aleixandre, era homosexual o bisexual. Sí, cuando leo poesía no me interesa la orientación sexual del poeta ni su vida íntima; no me aporta nada y etiquetar a un individuo libre por sus gustos sexuales, es algo que me irrita profundamente. Ya ni hablemos de la ideología.