Actualmente en las redes sociales, sobre todo en Twitter, algunos recibimos a diario decenas e incluso centenares de insultos y amenazas de muerte por el mero hecho de defender nuestras ideas. Cada día montones de trolls sueltan toda su bilis por la boca sin castigo alguno. Las amenazas e insultos quedan impunes. Pero una cosa me queda claro: ¡NO ME CALLARÁN!
El insulto favorito por parte de estas cuentas es la palabra "facha". ¿Facha por qué? Pues es muy simple, porque pienso de diferente forma que ellos. Vivimos en un país en el que te llaman "facha" por defender la vida, el Estado de Derecho, llevar la bandera de España y entre otras muchas más cosas por pedir que se haga justicia con las víctimas de ETA. Lo que acabo de defender, en cualquier país serio como puede ser EEUU o Francia es sinónimo de democracia y libertad mientras que aquí el progresismo más radical te criminaliza. Si esta gente piensa que llamándome eso van a callar a una persona de 16 años ya pueden esperar sentados. Seré joven pero no me coaccionarán.
No hay día en el que no me mencionen a Franco. Lo más gracioso es que los mismos que te dan lecciones de democracia y te piden que condenes a Franco son los mismos que apoyan al dictador y genocida de más de 20 millones de personas llamado Stalin, al responsable de los 5.800 asesinados en Paracuellos del Jarama Santiago Carrillo, al asesino de negros y homosexuales el Che Guevara y un largo etc. Yo particularmente como demócrata y liberal condeno a Franco pero sin ninguna duda también lo hago con aquellos que quemaron centenares de iglesias y una parte importante del patrimonio español. Al igual que condeno cualquier dictadura independientemente del signo político por lo que incluyo la franquista, también condeno a un genocida como Santiago Carrillo. Sinceramente ningún defensor del Frente Popular (que era un partido que quería implantar un régimen prosoviético, persiguió y aniquiló a miles de clérigos y monjas y fusiló a intelectuales como Muñoz Seca o Ramiro de Maeztu) me va a dar ninguna lección democrática o moral. Aunque ahora mismo hay un dogma implantado por parte de la izquierda en el que si criticas a la Segunda República y al Frente Popular inmediatamente te tachan de franquista y hasta "pronazi". Yo defiendo la democracia y la libertad y esto a muchos les duele.
He de reconocer que el insulto "facha" ha tenido un gran éxito porque la derecha está acomplejada. La derecha tiene miedo a autodenominarse "de derechas" por temor a lo que van a ser llamados. Siente que la superioridad moral la tiene la izquierda por lo que dicen que son de "centro" y el cada vez más oído "centro reformista". A diferencia de toda esa derecha acomplejada, yo me declaro abiertamente de derechas sin ningún tipo de complejos. Defiendo la vida, la libertad individual y económica, la unidad de España y la Constitución sin ningún miedo a lo que me digan. Ser de derechas no es ningún delito aunque a más de uno le gustaría detenerme por pensar de esta manera.
Defender la vida en este país también te cuesta recibir insultos como "intolerante y cromañón". Sin embargo defender la vida frente a el aborto es lo más progresista que hay. No hay nada más feminista que la defensa de las niñas que son víctimas del aborto. Parece mentira que en el siglo XXI se estén matando o abortando a centenares de ser humanos en todo el mundo. Lo más curioso de todo es que el progresismo se declara defensor de los animales como es el caso del toro de lidia pero luego apoya el aborto. Es decir, apoyan la vida de los animales a la vez que apoyan el asesinato del ser humano más inofensivo que hay. Muy coherente, ¿no?
Lo más absolutamente penoso a la vez que ridículo es cuando se meten conmigo por mi físico. Da mucha pena ver que ante la falta de argumentos sus recursos sean llamarme "gordo, feo...". Esta gente es la misma que llamaron "machista" a Alfonso Rojo por decir a Ada Colau "gordita". Llaman machista a una persona por insultar a una mujer pero luego hacen lo mismo con un menor de edad. Ellos piensan que de esta manera lograrán minar mi moral y en consecuencia callarme. De nuevo se equivocan. Lo único que provocan es darme más fuerzas para seguir expresándome porque significa que las cosas las estoy haciendo bien. Ningún radical y totalitario me va a silenciar.
Parte de la izquierda ha conseguido su objetivo de acomplejar a la derecha pero conmigo no lo conseguirán. Me dan exactamente igual los insultos y las amenazas. Tengo mis ideales y estoy muy orgulloso de ellos. ¿Qué tiene de malo ser liberal, defender la unidad de España, la vida y la Justicia? Me podrán decir muchas cosas pero que lo tengan claro: ¡NO ME CALLARÁN!
Marzo 2015