El espíritu de la Navidad

Por Mª José Fernández mj


Cada año que pasa escuchamos menos la expresión referida a “El espíritu de la Navidad”; locución que los jóvenes no tienen del todo clara, y menos su origen; motivo demás para recordarla. Por otra parte, se percibe la sensación de que la Navidad de los últimos años se va desmitificando en tan señaladas fechas, aunque se siga propagando la ilusión en los niños.

Detectamos pues una Navidad algo más frívola, sobre todo cuando nos centramos tan sólo en sus luces decorativas, regalos, dulces específicos o viandas; también con la programación de la tv. por dar demasiada importancia a anuncios, películas, lotería, etc. De ese modo vamos dejando en segundo plano su verdadero significado.

No obstante, la Navidad es celebración (con sus luces y sus sombras). Llegan los encuentros de alegría en los familiares, intercambios de impresiones, viajes, etc. En otros casos se acrecientan los gastos, aparecen los excesos, las discusiones en la convivencia familiar, etc. De cualquier forma, es Navidad; incluida la del pasado año que fue una de las más grises debido a la pandemia.

Luego está el grupo de personas que mezcla el significado del Espíritu de la Navidad con la tradición cristiana, lo que es un craso error. Aclaremos que el “único espíritu que celebran los católicos es el Espíritu Santo, el que se recibe en la Solemnidad de Pentecostés, con el bautismo y la confirmación”.

Es conveniente recordar el significado de Navidad para aclarar dudas: “festividad religiosa que se celebra el día 25 de diciembre, en que los cristianos conmemoran el nacimiento de Jesús”.

En cuanto al significado del Espíritu de la Navidad “baja a la tierra la noche del 21 de diciembre entre las 10:00 p.m. y las 12:00 a.m.” No olvidemos que estamos ante una tradición Celta; ya se festejaba antes del cristianismo, con la celebración del solsticio de invierno: cuando la Tierra “se encuentra en el punto más lejano de su órbita respecto al sol”.

Existen varias teorías que explican el significado del Espíritu de la Navidad. La primera de ellas corresponde a un “pensamiento colectivo relacionado con dos energías” que se recuerdan cada fin de año. Cobra importancia el significado de dar y recibir; también el agradecimiento.

La segunda teoría dice que El espíritu de la Navidad es un ser bello y bondadoso que concede deseos; éste llegó de un lugar lejano y se instaló en tierras nórdicas para hacer realidad los sueños de las personas a las que visitaba cada año para “regalarles luz y energía”.

Para convocar del Espíritu de la Navidad existen diferentes rituales. Se puede realizar desde un punto de vista personal, pudiendo elegir un modo sencillo o más complicado. “Hay quienes lo hacen como una gran celebración” o bien se preparada “en silencio, en solitario, o en la intimidad de la familia”.

Dicho ritual se hace para compartir. Se realizan peticiones para el año que comienza, y se agradecen los deseos que se hayan cumplidos del anterior. En la celebración se leen oraciones para recibir al Espíritu de la Navidad el 21 de diciembre. Os dejo un ejemplo de las redes

"… le damos la bienvenida al Espíritu de la Navidad para que descienda con su energía y sea concedida por todos los presentes llenándonos de amor, paz y prosperidad.

Bajo el auspicio del amado Espíritu de la Navidad, bendecimos la perfección contenida en estas peticiones de todos y cada uno de nosotros, para que se manifieste en nuestra vida y nuestro mundo, para el bien nuestro y el de toda la humanidad”.

Lejos va quedando nuestra voluntad de limpieza y renovación para el año nuevo. Simplemente comemos, bebemos y nos divertimos; apenas nos planteamos un ligero cambio interno. De ese modo la magia va siendo cada año más quebrada e insulsa. Llegado su momento la falta de conciencia, sumada a la escasa empatía, el egoísmo… irán minando la conciencia del hombre. Empecemos por limpiar todo NEXO DE MALDAD

La voz de la ruindad, viejo universo, / es nexo de maldad, que está en el lado / oscuro de algún hecho equivocado. / Se puede comparar con lo perverso.

La voz de la maldad es un proceso / que gira en torno al ego encadenado; / que fue herido, enojado o derrotado, / y busca fina presa, el muy sabueso.

La impiedad es su ley, vana locura. / Pervierte a un alma débil por dinero, / e imprime su talión con amargura

cuando quiere imponer su canto fiero. / Queda sin pundonor, y a la aventura / más triste, el desgraciado pordiosero.

Añadir que la frase de El Espíritu de la Navidad me recuerda a la obra Cuentos de Navidad, de Dickens. De las cinco historias que el libro reúne, la que más me recuerda al Espíritu de la Navidad es la que lleva por título “Canción de Navidad”. Libro que me han regalado por estas fechas y estoy leyendo de nuevo, –traducción de Miguel Ángel Pérez, Pérez de ALIANZA EDITORIAL.

Felices fiestas para todos vosotros, junto con mi deseo de Navidad: <<Podemos escoger distintas formas de celebración. / Elijamos alguna que proclame la bondad. / Preparémonos para limpiar nuestro interior / y abandonemos todo nexo de maldad>>.

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