La vida es para unos un bello campo de girasoles, para otros un “escozoroso" campo de ortigas; incluso un páramo baldío para aquellos que no se implican y la ven pasar, cual película de cine.
Bajar a tierra, palpar la herida, anidar la esperanza, soportar la adversidad que nos depare el futuro, etc., es luchar hasta sentirse vivo; aunque padezcamos cualquier tipo de incertidumbre que nos tumbe a la vuelta de la esquina, cuando ya no estemos confinados y volemos en completa libertad.
Según los economistas, a España, se le presenta una importante papeleta que resolver; pero, no nos vengamos abajo porque, como dicen los antiguos, "todo pasa por algo en la vida”, luego deberíamos indagar sobre lo ocurrido y así veríamos qué podemos hacer por nuestra parte, ya que, “las experiencias te hacen más fuerte” pues “de lo bueno se disfruta, de lo malo se aprende".
Existen pensamientos que nos llevan a la pista, ya que “no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista"; y es que de la adversidad podemos sacar una buena enseñanza, aunque son pocos los que queremos pasar penurias: "para muestra, un botón": basta con imaginarnos la cantidad de fallecidos: ¿Cúantos de nuestros mayores han perdido la vida sin haber recibido un tratamiento adecuado para combatir el “coronavirus”? Hace escasas semanas eran “unos 12.190 ancianos muertos en residencias de España con diagnóstico o síntomas de “coronavirus”, datos publicado el 17 de abril de 2020, EL INDEPENDIENTE (imagínense a día de hoy, los números reales: serán escalofriantes). Existieron diversos motivos para que ocurriese este alubión de fallecimientos diarios, entre ellos, la mala administración política...
Algún día saldrá a la luz las fallidas gestiones realizadas y, cuando se esclarezcan las demandas colectivas impuestas por coronavirus, entonces se hará justicia, dando la cara los verdaderos responsables: ¿No se hizo con la memoria histórica?, pues con mayor motivo se puede averiguar lo ocurrido, y más siendo tan recientes unas muertes que no tienen color ideológico; de ese modo se evitará que sigan sucediendo ciertos desamparos con nuestros mayores... Por nuestra parte no debemos tirar la toalla tan pronto, tendremos que arrimar el hombro los que quedemos o superemos el virus, al menos deberíamos esperar a que circule la vacuna en el mercado.
Pulula por la red la novela de Joaquín Lablanca Pons, con título: Legado para un futuro incierto, en la que dice: "Los seres humanos deben asumir su responsabilidad como sociedad. Si no lo hacemos así, seremos víctimas merecedoras de un destino, donde unos pocos privilegiados nos esclavizarán". Da igual la izquierda o la derecha, manidas, un político mediocre es el que antepone sus intereses ideológicos al bien general de los de Españoles, está más claro que agua (lo hemos visto con la celebración del Día Internacional de la Mujer).
La vida es hermosa, tiene momentos buenos y malos; son los primeros los que sustentan nuestra ilusión. Hemos de tener fe pues, España, ha pasado por situaciones críticas, de extrema necesidad (la posguerra, entre otros episodios); no obstante, con el esfuerzo de todos ha salido adelante, ya que, se vence a la adversidad con trabajo, tensón y empeño.
La clave bien pudiera estar en “la eficacia de las medidas económicas que se tomen” para dicha recuperación; incluso se están barajando datos de como pudiera ser: Los economistas barajan la posibilidad de una recuperación “en forma de U, con un período lento de la actividad hasta 2021".
Debería ser indiferente el sistema que se utilice, siempre que el ciudadano de a pie prospere y no vaya para atrás como los cangrejos, pues, lo que saca de la pobreza a nuestro país, no son las constantes proclamas de un desquiciado populismo, sino generar empleo, si no queremos morirnos de hambre. Según Castelló, es prioritario “ofrecer liquidez a las empresas mediante créditos blandos y facilidades para hacer frente a pagos”, no olvidemos que, tanto las grandes empresas, como las pymes, son las generadoras de empleo; las últimas son las que más se les castiga, por los excesivos impuestos; eso, a fin de cuenta, es la pescadilla que se muerde la cola, ya que, a día de hoy, es preciso que estas sociedades no pasen de ERTE (El Expediente de Regulación Temporal de Empleo) a ERE (Expediente de Regulación de Empleo) o a concurso de acreedores.
España está muy mal: Un día u otro nos daremos de bruces con la triste noticia, lo iremos comprobando en la medida que salgamos del aislamiento, pues lo que está ocurriendo está afectando a nuestra vida; debemos pues esforzarnos para salir adelante y lograr, siquiera, esa sociedad de confort que hemos dejado atrás. Luchemos, sin demora, con ahínco y seamos un buen ejemplo.
Abono de vida: Detrás de la tranquilidad fantasmal de las calles, /está el viento que habilita sus rincones, / arrastra la vacía podredumbre de sus suelos: / libera los malos augurios.
Entre el imperio de hormigón y asfalto, / se protege el tumulto, en cada guarida, / colmada perros y ladrones, santos y héroes, / donde se apila la muchedumbre: / Es la carne despavoría que tiembla ante la incertidumbre / por su inmediato futuro: huérfano de amaneceres.
Pocos piensan que en esta vida estamos de paso, /que tenemos los días contados /en un tiempo de vuelo, / que seremos pasto en la tierra, siembra futura / –por mucho que pretendamos ser diferentes–, / regresaremos de donde venimos, / donde todos seremos uno: abono de vida.
Que nuestras acciones sean siempre constructivas, abono de vida para nuestros hijos: un bello legado futuro o campo de girasoles; que no se genere un “escozoroso" campo de batallas políticas o de ortigas, lugar colmado de rencor y de odio; ni mucho menos se encuentre un páramo baldío: tierra inhóspita e inservible para generar una futura esperanza.