Por Kino Navarro
A Lola Cebolla, por dar un giro métrico a mi vida.Never again Is what you sworePara continuar no ahogándome en este río,
the time before...
Martin Gore
ecléticamente ataviado de invisible,
de anodinos y desorientados, necesito de tu sangre.
¡Oh Dios, qué lejos te has escondido!
Quedéme y olvidéme entre versos escatológicos
y de preescolar, alimentando ovejas opacas
en los pueblos perdidos. Pero no me dejé tocar.
No fui a misa. Nunca me confesé, no debía,
¿Para qué confesarme y ser labia aleatoria
que se arrodilla en oratoria de billete falsificado?
Dios sigue escondiéndose, siendo un faro
favorable. Sigue trasladando mefistófeles decaídos
a las lamentables bibliotecas; insignificantes,
insaciables. Cetrinos que se golpean el pecho,
fauna de religiosos maniáticos, maricas comunes.
Siempre levitando en el nunca más,
ahí quedéme sin la persistencia sombría
del que alucina deletreando palabras funestas.
¡Tócame, oh Dios, no dejes de tocarme!
Kino Navarro, Sevilla 2016