Por Kino Navarro
Bienvenida a la vida, Sofía.Si yo fuese gaviota que atolondrada
y sumisa aterrizara
sobre las olas de tu cuerpo.
Si yo fuese.
Si yo intentara cubrir la lluvia
de tus ojos con un paraguas benevolente.
Si yo intentara.
Si yo hablara de métrica incesante
sin absorber una gota de alcohol.
Si yo hablara.
Si yo besara los cielos opacos
que nublan mis vocales.
Si yo besara.
Si yo intentara describir la suavidad
de tu cabello intocable.
Si yo intentara.
Si yo pidiese la lejanía de tus verbos
descifrando cada letra que me aprieta.
Si yo pidiese.
Si yo disfrutara de cada cena que cubre
tu indomable corazón.
Si yo disfrutara.
Si yo cantara cada sacrificio inevitable
de mi pereza infinita.
Si yo cantara.
Si yo me dividiese en una noche oscura
abrazando cada celda
de tu amor equivocado.
Si yo me dividiese.
Si yo me consumiese como el amado
que busca impaciente las ínsulas extrañas.
Si yo me consumiese.
Si tú me quisieras ¡Ay si tú me quisieras!
No estaría bobamente escribiendo
este poema.