Depositario de una tradición intelectual que asocia la libertad con el progreso cultural y la excelencia individual, Pablo Racioppi, el realizador cinematográfico de “El Olimpo Vacío, trae a la realidad argentina ahora internacionalizada por su proyección en el Festival de Nueva York, la discusión filosófico-política que durante siglos ha desvelado a los hombres reflexivos: si las diferentes manifestaciones culturales entre las que se encuentran el cine, los libros, las obras de teatro, deben servir de fundamento para promover nuevas condiciones de pensamiento en busca de la verdad o, en su defecto, aturdir con consignas superfluas, mentirosas y anuladoras del pensamiento tal como proponen los populistas.
En “El Olimpo Vacío” Juan J. Sebrelli, su protagonista, escritor polémico e incuestionable antipopulista, aparece como el autor de un ensayo en el que desmitifica a personajes como Maradona, el Che, Eva y Gardel en un contexto político como el argentino, tan proclive a los mitos populares que propician una mentalidad y un comportamiento social devoto de la irracionalidad demagógica a la que adscriben los líderes de masas.
Sebrelli pertenece a esa generación de escritores solitarios fiel a sus pensamientos, sumergido en un permanente soliloquio, que se inició como columnista de la reconocida revista Sur de Victoria Ocampo y es autor de más de veinticinco ensayos sobre variados temas, entre los que destacan la política, la vida cotidiana, la cultura, la filosofía; en fin, las obsesiones de un libre pensador, intrínsecamente solitario, amante de la lectura, la escritura, el cine y la música.
Como evocando a Jorge L. Borges quien afirmara que el escritor debe decir siempre la verdad más allá de la popularidad, Sebrelli se define no como un “hombre de acción”, sino como “un hombre contemplativo” aunque destaca que todos sus libros son “comprometidos políticamente” en el sentido existencialista en el que Sartre concibe ese término. Es decir, “tomar siempre una actitud decidida frente a lo político o lo que es malo, pero nunca militancia. Ni el escritor, ni el periodista tienen que ser militantes, porque el político no puede decir toda la verdad y el escritor tiene que decir toda la verdad. Intelectual orgánico o periodista militante son contradicciones en los términos” afirma.
“El Olimpo Vacío” es una de las tantas obras cinematográficas de ese existencialismo políticamente comprometido de Pablo Racioppi que lo llevó a filmar “El Diálogo”, otro documental en el que refleja el debate argentino sobre la década del 70 y el accionar del terrorismo en la voz de sus históricos protagonistas y actores principales.
“El Olimpo Vacío” (trailer) va a proyectarse en la ciudad de Nueva York: