Poema elegido para la Antología Versos en el Aire III de Ediciones Diversidad Literaria.
Yo que pensaba que la felicidad era una botella de ron
esquivando la extremidad del cuerpo
y al final era el infinito sublime que retorcía
la boca sedienta de palabras.
Y tanto de pensar, se agotaba la rabia quebrándose
en lágrimas transitorias, abandonando una sentencia
imperfecta, imprecisa en los ojos codiciados.
Deja que los besos no sean estupefacientes
de la triste sutileza, olvida estas asignaciones
que decoloran tu domicilio privativo.
Sevilla, 29 de julio 2014