Por Ezequiel Tena 
Es radicalmente falso que os obligasen a tomar compañeros de viaje. Los tomasteis libremente y atendiendo únicamente a la voluntad de poder. El 12 de noviembre, dos días después de las elecciones. Prisas había. Asuntos urgían. ¿Bolivia, embajadas, políticos presos? Es un proyecto de gobierno en que todo -y nada bueno para España- cuadra, un puzzle endemoniado sin vuelta atrás. Contabais con sacar mejores resultados, con capitalizar la culpa que desde todos los medios cargabais sobre los hombros de derecha y centro por no permitir la formación de gobierno. Y de paso soñábais con meterle un buen bocado a PODEMOS. Ni con las tres patas del banco conseguisteis vuestro propósito: CIS, TVE, Correos. Porque tres puntos alineados no determinan un plano. Probadlo en casa pero antes poneos el casco. Vuestro plan A, el de vuestro San Pedro el Embustero, nunca fue un gobierno constitucional, un gobierno de concentración. Y como no fue posible vuestro plan A, os decidisteis por la huida hacia adelante. Los restantes compañeros del viaje infernal no podían ser otros: lógica siniestra hasta las últimas consecuencias.
Socialistas, fuisteis libres. Sólo vosotros decidisteis. En lo personal, a los que tengáis una conciencia que os remuerde, os queda la disidencia.